La Agencia Espacial Europea (ESA) analiza los datos que quedaron después del frustrado aterrizaje de la misión ExoMars 2016 en Marte  y sospechan que fue un fallo de software el que hizo pensar al computador del módulo de aterrizaje Schiaparelli que estaba en el suelo antes de tiempo.

Jorge Vago, científico del proyecto ExoMars, explicó a la revista Nature que los propulsores que debían desacelerar la nave durante 30 segundos solo dedicaron 3 a esta tarea y después se apagaron porque el ordenador pensó que estaba ya en el suelo.

El análisis preliminar  estableció que el escudo térmico de la sonda y el paracaídas fueron expulsados antes de tiempo y la desaceleración duró mucho menos de lo programado generando un impacto irreparable sobre el suelo rojo. 

La nave cayó desde una altura estimada de entre dos y cuatro kilómetros antes de golpear contra el suelo a más de 300 kilómetros por hora haciendo imposible volver a contactarse con la misma. 

La sonda estadounidense MRO fotografió el lugar del impacto de 'Schiaparelli'  en Marte
La sonda estadounidense MRO fotografió el lugar del impacto de 'Schiaparelli' en Marte

A diferencia de lo ocurrido con  la misión británica Beagle 2, también dirigida y operada por la ESA, que desapareció durante su aterrizaje en Marte el día de Navidad de 2003, Schiaparelli envió datos a su nave nodriza durante su descenso hasta perder la comunicación. 

Los científicos están focalizados en comprender cuáles fueron los errores de Schiaparelli y corregirlos como prioridad para la próxima misión que espera tener lugar en el 2020. 

Fuente: El País