Y es que a tan sólo una semana de la presentación del nuevo iPhone de Apple, su principal rival, Samsung decidió detener las ventas de su último celular inteligente, el Galaxy Note 7, reconociendo como motivo problemas con las baterías.

Varios usuarios en Estados Unidos y Corea del Sur habían denunciado que las pilas habían "explotado" mientras las cargaban o justo después del proceso de carga. El jefe de la división móvil de Samsung, Koh Dong-jin, confirmó la noticia en el blog oficial de la compañía.

"Hasta la fecha, han habido 35 casos de reclamaciones en todo el mundo, las cuales estamos actualmente investigando con nuestros proveedores para identificar las posibles baterías afectadas", explicó el directivo. "La seguridad de nuestros clientes es una prioridad absoluta", aseguró. 

Según Samsung, el teléfono ya había sido lanzado en 10 países desde el 19 de agosto. La empresa tenían acuerdos con proveedores diferentes que les proporcionaban las baterías, lo que ha dificultado la identificación de los lotes defectuosos.

Uno de los casos que más repercusión tuvo es el del usuario de YouTube Ariel González, quien publicó un video el 29 de agosto mostrando la carcasa de su Galaxy Note 7 quemada y la pantalla dañada.