Si bien hasta el momento se experimentó con un auto de juguete, las posibilidades del uso de tecnología controlado por el cerebro parecen no tener fin.

De esta manera podrían evitarse accidentes ya que al dormirse o perderse la concentración el auto ralentizaría la velocidad.

Son varias la compañías que trabajan con la tecnología del electroencefalograma en el manejo remoto.