La prestigiosa publicación científica recorre los avances en investigación en la Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela y Perú, comparando la cantidad de publicaciones, colaboraciones internacionales, impacto de los papers, gastos en investigación, cantidad de investigadores y patentes obtenidas.

Brasil encabeza la cantidad de publicaciones de la región con 46.306 durante 2013 seguido por la Argentina, con 9.337. Sin embargo el impacto de las publicaciones argentinas, que mide la cantidad de veces que un artículo es citado por otros y el número de publicaciones, creció por sobre el 1,1 superando ampliamente a Brasil y ligeramente al promedio mundial.

En lo que respecta a la cantidad de investigadores, si bien Brasil cuenta con un plantel de científicos superior a los 100.000, la Argentina posee la mayor proporción de investigadores con casi 3 por cada 1.000 trabajadores, superando a China y solo por debajo de los Estados Unidos.

El número de junio de la revista  norteamericana también publica diez columnas de opinión de prestigiosos científicos sudamericanos. Entre ellos el Dr. Lino Barañao, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, quien resalta que “luego de una década de políticas enfocadas a potenciar la investigación, la ciencia argentina comienza a tener un impacto positivo en el desarrollo económico y social. Ahora se necesita mayor compromiso del sector privado”.

También se subraya que Sudamérica tiene una baja tasa de patentes registradas, lo que se debe a que la mayor parte de la inversión en ciencia es aportada por el Estado, mientras los privados registran un déficit en investigación y desarrollo, según la revista.

Nature destaca la línea de estudio del biólogo molecular que lleva adelante el argentino Alberto Kornblihtt, que describe el método de modificación del ARN a través del splicing alternativo y que la revista califica como “ciencia de clase mundial”.

En materia de política científica la revista reconoce el aumento de la inversión en ciencia y tecnología, alcanzando un 0.65 por ciento del PBI, el programa de repatriación de científicos, donde pone especial atención en el caso de la nanocientífica Dra. Andrea Bragas.

Además hace referencia a la instalación de la primera oficina de la Sociedad Max Planck en Sudamérica gracias a la construcción del Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires (IBIOBA - CONICET - MPSP) en el Polo Científico Tecnológico.