El Gobierno Nacional decretó que las frecuencias de telefonía móvil  en poder de la empresa satelital estatal argentina Arsat pasen a manos privadas, en un nuevo paso hacia el desmantelamiento de los organismos científicos y técnicos públicos.

Lo hará a través del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), que licitará esas frecuencas entre proveedores provados como Movistar, Personal y Claro, según consta en el decreto 58/2019, publicado este lunes en el Boletín Oficial.

Se trata de bandas nacionales de 700 mhz y de 1,7-2,1 mhz, y regionales de 1.800-1.900 mhz, que habían sido devueltas al Estado por el grupo Vila-Manzano, que participó de la licitación que en 2014 al lanzarse el 4G en la Argentina.

Simultáneamente y como efecto directo de ese decreto, se redujo la reserva de espectro para Arsat que, de acuerdo a la ley 27.208, tenía carácter preferencial sobre las mencionadas bandas de frecuencia como recurso estratégico.