Si bien diversas investigaciones realizadas en la década del 50 intentaron explicar la repentina muerte de niños en India, durante el mes de mayo, basándose en "golpes de calor", enfermedades transmitidas por roedores, murciélagos o tábanos; la respuesta finalmente llegó. 

Un trabajo en conjunto del Centro Nacional de Control de Enfermedades indio y la oficina para India de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés) en Atlanta aseguró que el culpable es la fruta conocida como "ojo de dragón" o lichi. 

El problema es cuando el fruto asiático es consumido en ayunas, en especial por niños desnutridos. Después de que las autoridades enseñaran a los padres los peligros de su consumo lograron reducir la mortalidad en un 50 %. 

"Durante muchos años fue una enfermedad inexplicable", comentó Padmini Srikantiah, epidemióloga senior de los CDC y autora principal del ensayo que parece una historia de detectives. 

El artículo de la revista Lancet narra que durante dos años los epidemólogos se enfrascaron en la investigación de campo para descubrir qué era lo que estaba pasando. 

"Era una situación muy seria, porque veíamos morir a los niños frente a nosotros todos los días, tan pronto como llegaban al hospital", recordaron los especialistas.  "Sus hijos se morían y no sabíamos por qué", contaron los médicos. 

Durante 20 años, los médicos no pudieron identificar qué era lo que ocasionaba una severa inflamación del cerebro conocida como encefalopatía. La idea de infección pasó a ser descartada al notar que el conteo de glóbulos blancos era el correcto y que muchos de los niños no tenían fiebre. 

La segunda pista fue que la mayoría de las víctimas tenían niveles de glucosa muy bajos. "Una de las cosas que habíamos escuchado mencionar en repetidas ocasiones de las madres de los niños es que estos no habían consumido alimentos en forma a la hora de la cena", recuerdan los médicos y ese fue otro de los indicadores en común que llamó la atención de los investigadores. 

Fue en 2013, en una teleconferencia con colegas en Atlanta, cuando alguien mencionó la “enfermedad del vómito de Jamaica”, un brote en las Antillas que durante muchas décadas causó inflamación cerebral, convulsiones y alteraciones en el estado mental de los niños. Se trata de un brote vinculado con la hipoglicina, una toxina que se encuentra en la manzana del árbol Blighia sapida, o akee, y que inhibe la capacidad del organismo de sintetizar la glucosa.

Un año más tarde se comprobaba que los lichis también contienen  altos niveles de hipoglicina, así como de una toxina similar conocida como 2-metileneciclopropanilalanina, o MCPG, por su sigla en inglés que puede ser fatal en menores de edad. 

El área de Muzaffarpur, en el este de la India,- donde se generaban  los brotes año tras año- produce cerca del setenta por ciento de la cosecha de lichi de la India y era común que los niños los encontraran en el suelo, sin estar maduros,  provocando la enfermedad y la muerte en un proceso que ahora comenzó a revertirse tras una fuerte campaña de concientización sobre los riesgos de esta fruta consumida en determinadas circunstancias. 

Fuente: The New York Times