Entre finales de 1971 y principios de 1972, Ray Tomlinson inventó el e-mail como lo conocemos hoy, utilizando por primera vez en la historia un usuario y el arroba para enviar un mensaje electrónico.

Mientras trabajaba en Bolt, Beranek & Newman, este ingeniero electrónico probaba el programa CPYNET para copiar archivos entre computadoras remotas y lo unió con SNDMSG, programa que permitía a los usuarios de una computadora dejarse mensajes, pero siempre en el mismo equipo.

El hombre, no obstante, quería diferenciar el nombre del usuario de la computadora en la que trabajaba y eligió la arroba (que en inglés significa 'at' o 'en tal lugar'), dejando así el primer mensaje con la forma y el métodos que todos conocemos y que aún usamos.

Por su invento, en 2009 fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias a la Investigación Científica y Técnica, distinción que compartió con el creador del teléfono celular, Martin Cooper, y tres años más tarde fue incluido en el Salón de la Fama de Internet.