En un arroyo de la ciudad de Olabarría, Buenos Aires, un equipo de investigadores del Museo Municipal de Ciencias encontró restos óseos de un elefante prehistórico que se extinguió hace más de 10 mil años.

El hallazgo de las partes del Stegomastodon se llevó a cabo en el cauce del arroyo Tapalqué, y fue anunciado por Hernán Quiroga y Julio Risso, integrantes del equipo, quienes explicaron que los restos corresponden a una mandíbula casi completa.

Al parecer por estar dentro del agua, la mandíbula se habría desbarrancado por la acción de la erosión. Luego de la recuperación, se limpió y reconstruyó para poder exhibirla en la actual muestra de prehistoria y megafauna del Museo de Ciencias de Olavarría.

Según Quiroga, en declaraciones a Télam, en ese arroyo suele “haber fósiles que con la acción del agua se van desprendiendo”, y sobre el hallazgo, explicó: “Ahí vimos una parte del hueso y la otra adentro del agua, comprobamos que se trata de una mandíbula de este tipo de elefantes, y que tenía dos dientes”.

“En Olavarría no hay registro de dinosaurios, pero sí de megaterios, stegomatodontes y gliptodontes que hace 2,5 millones de años pisaban estos suelos, más secos y fríos que los actuales”, agregó el investigador.

El Stegomastodon, extinto hace 10 mil años por los cambios climáticos y también por la presión de caza originada por los primeros grupos humanos, tenía una altura de 2,8 metros y un peso de 6 toneladas, con el aspecto de una versión robusta del elefante moderno. Su cerebro pesaba alrededor de cinco kilos.