El alarmante nivel de consumo de cocaína en el Reino Unido quedó demostrado, con un análisis científico que encontró una importante cantidad de la sustancia en el agua potable.

El consumo generalizado devino en la metabolización de la sustancia adictiva con el agua corriente que los ciudadanos día tras día.

"El nivel de consumo de cocaína es casi el más alto de Europa occidental y cada vez es más barata y su consumo ha ido aumentando", aseguró Steve Rolles, integrante de Transform, un centro de pensamiento sobre política de drogas en Gran Bretaña.

El estudio científico conocido como la Inspección de Agua Potable (DWI, en inglés) detectó en el suministro de agua potable, además de la droga, rastros del analgésico ibuprofeno y de carbamazepina (una medicamento contra la epilepsia), aunque su baja concentración no representa un riesgo para la salud.

Una fundación que tarbaja en la prevención de adicciones -DrugScope- contabiliza unos 700 mil británicos de entre 16 y 59 años como consumidores de cocaína.