La noticia de las propiedades de la "placenta" no es nueva. Incluso hace unos cuantos años Tom Cruise fue criticado "por comerse la placenta de su hija Suri" (aunque nunca se comprobó que sea cierto). Sin embargo ahora parece que la práctica cada vez tiene más adeptas.

La placenta es una masa de tejidos esponjosos y muy vascularizados que alimenta al feto a través del cordón umbilical durante el embarazo y que suele estar repleta de  hormonas y nutrientes.

Algunas mujeres deciden "aprovechar esas propiedades" y  la cocinan al horno, preparan una lasagna, tacos o incluso la bañan con chocolate. Según informa AFP, una chica se encerró durante tres horas en el baño para cortar algunos trozos de su placenta y comerla junto con leche de almendras, miel y arándanos para camuflar su gusto.

Más allá de la "moda" no existe ningún estudio científico que avale la teoría de que la placenta genera un beneficio en la salud de quien la consume.