El estudio fue liderado por el profesor de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona David Andreu y presenta un avance en la lucha contra las llamadas "super bacterias" que comienzan a resistirse a los tratamiento convencionales con antibióticos. 

Según Andreu, la investigación permitió demostrar que el fragmento del péptido- formado por la unión de un número reducido de aminoácidos- conocido como crotalidicina, actúa sobre "la superficie de la bacteria mediante atracciones electrostáticas, provocadas por diferencias en las propiedades de las membranas".

Esta interacción particular ocurre porque el péptido es positivo mientras que la bacteria es negativa, lo que le permite a este componente del veneno matar de manera selectiva a las bacterias cuando se inserta en su membrana.

La investigación se llevó a cabo sobre cepas de bacterias entre las que hay algunas de las que causan infecciones graves en los hospitales, que suelen ser difíciles de atacar porque tienen una membrana extra y a menudo están camufladas por una cápsula protectora.

En el trabajo han participado investigadores de Australia, Portugal, Brasil y Francia, en un programa de intercambio de personal de investigación e innovación financiado por la Comisión Europea en el marco Horizonte 2020.

(Efe)