En 2014, Stefan Hell logró lo que muchos creían imposible empezar a visualizar-  usando tinturas fluorescentes - el detalle de las estructuras celulares. Por este logro obtuvo un premio Nobel de Química compartido con Eric Betzig y William Moerner.

Sin embargo este método no permitía alcanzar a un nanómetro de precisión. "Sólo se llegaba a 20 o 30 nanómetros --cuenta Fernando Stefani, vicedirector del Centro de Investigaciones en Bionanociencias (Cibion) del Conicet, a La Nación.

Cinco años atrás Stefani comenzó a colaborar con Hell en un proyecto subsidiado por la Sociedad Max Planck para lograr mayor eficiencia en las técnicas de fluorescencia. Para este proyecto se involucraron tres científicos argentinos, uno de ellos es  Francisco Balzarotti que logró en equipo un verdadero hito.

El trabajo, que será publicado por la revista Science, demuestra cómo se logró alcanzar la máxima resolución posible para un microscopio; es decir, "el tamaño mismo de la molécula que emite luz."

La tecnología que lleva por nombre "Minflux"(  (por el mínimo flujo de fotones que requiere), permite ver detalles 10 millones de veces más pequeños que un centímetro. Además este tipo de tecnología permite, a diferencia de lo que ocurre con la precisión de la microscopía electrónica, trabajar con organismos vivos. 

Fuente: La Nación/Nora Bär