Un equipo de investigación independiente liderado por Rosana Chehín -investigadora independiente del CONICET en el Instituto Superior de Investigaciones Biológicas (INSIBIO, CONICET-UNT)- junto a Rita Raisman-Vozari, del Instituto para el Cerebro y la Médula espinal (ICM), de París, Francia, descubrió que la doxiciclina, un antibiótico utilizado hace más de medio siglo es capaz, a muy bajas dosis, de reducir la toxicidad de una proteína responsable de inducir y propagar la muerte de las neuronas en la enfermedad de Parkinson.

El hallazgo fue destacado por la revista Scientific Reports, del grupo editorial Nature: con el objetivo de controlar la muerte de neuronas e identificar sus bases moleculares, los investigadores que estudian enfermedades que producen la desaparición de regiones concretas del cerebro, como Alzheimer y Parkinson, se preocupan por desarrollar estrategias terapéuticas que frenen la muerte neuronal o neurodegeneración.

El trabajo publicado demostró in vitro que con muy bajas dosis de doxiciclina se puede inhibir la agregación tóxica de la proteína alfa-sinucleína, abriendo nuevos horizontes para el tratamiento aunque resta esperar las pruebas clínicas.

Chehín explicó en declaraciones a todociencia.com.ar que las enfermedades neurodegenerativas son patologías crónicas donde una importante pérdida de neuronas en el Sistema Nervioso Central (SNC) produce una disminución de funciones motoras, cognitivas y autónomas.

“Si bien cada enfermedad neurogenerativa tiene características específicas, todas comparten un mecanismo patogénico común: la agregación de proteínas mal plegadas. En efecto, en un cerebro normal, las proteínas cumplen una función biológica gracias a su plegamiento específico. En estados patológicos este plegamiento se altera y las proteínas comienzan a agregarse entre sí, se vuelven tóxicas y se produce no sólo la muerte de la neurona sino también su contagio o transmisión a las neuronas vecinas”, comentó.

“Además, una vez comenzado el proceso de agregación este no se detiene y se transmite lentamente de neurona a neurona. En la enfermedad de Parkinson, en particular, la causa de la muerte neuronal es la agregación de una proteína denominada alfa-sinucleína. Desgraciadamente hasta ahora no existe en el mercado un medicamento capaz de detener o revertir este proceso y cuando la pérdida de neuronas es importante, la disfuncionalidad comienza a ser notoria y aumenta la dificultad de los pacientes para realizar actividades básicas de la vida cotidiana”, agregó.

La técnica del reciclado de drogas resultó ser muy provechosa en la investigación para la salud, en los últimos años. Rita Raisman-Vozari, directora de Investigación del Centro de Investigación del Cerebro y la Médula Espinal de París (ICM) reveló que la doxiciclina podría apuntar su acción terapéutica para doxiciclina contrarrestar la proteína alfa-sinucleína: “Hoy existen muchos casos exitosos en la industria farmacéutica como el sidenafil, diseñado para la insuficiencia pulmonar primaria que también es prescripto para la disfunción eréctil, o la talidomida, que se indica para el tratamiento del eritema nudoso severo”, contó.

Otro de los miembros del equipo que descubrió las propiedades de  la doxiciclina, Benjamín Socías -investigador asistente del CONICET en el INSIBIO- advirtió sobre cómo evolucionará la cantidad de pacientes de Parkinson: “Se estima que actualmente 40 millones de personas las padecen, pero las previsiones apuntan a que esta cifra podría duplicarse en los próximos 50 años. Este notable aumento de afectados conllevaría graves consecuencias, no sólo para los enfermos y sus familiares, sino también para la sustentabilidad de los sistemas de salud en todo el mundo”, adelantó.

Según la Organización Mundial de la Salud, la Enfermedad de Parkinson es el segundo trastorno neurodegenerativo de mayor incidencia poblacional después de la Enfermedad de Alzheimer. 

La doxiciciclina es un medicamento seguro y conocido, patentado en los 50 y lanzado al mercado a fines de los 60. Pertenece al grupo de las tetraciclinas y se utiliza para el tratamiento de neumonía y otras infecciones como el acné, la enfermedad periodontal, la malaria y la sífilis.