Al momento de dormirnos, pasamos de la vigilia al sueño y es ahí cuando aparece algo muy común entre las personas: la sensación de caída, algo para lo cual la ciencia no tiene una respuesta concreta pero sí alguna hipótesis.

Lo cierto es que, por ahora, no se sabe qué sucede primero: si la sensación de que nos caemos y entonces nos movemos como respuesta, como un acto reflejo involuntario, o si sufrimos una sacudida muscular involuntaria que el cerebro interpreta como que estamos cayendo.

Una hipótesis es que, en el momento de conciliar el sueño, se produce un descontrol en los núcleos vestibulares, que son los encargados de controlar el equilibrio a través de señales que le dicen al cerebro continuamente dónde estamos.

Según el neurólogo Joan Santamaría, de la Unidad de Trastornos del Sueño del Hospital Clínic de Barcelona, esta sensación aparece más a menudo con el consumo excesivo de cafeína, cuando hay un trastorno horario o bien después de un trabajo físico o mental intenso. Es decir, en situaciones en que hemos sometido el cerebro a algún tipo de estrés.

En general la contracción motora asociada al cambio de vigilia al sueño no representa un problema, pero algunas personas pueden tener sacudidas intensas, lo que puede hacer que quedarse dormidos resulte muy difícil.