El llamado "Reloj del Apocalipsis" o "del fin del mundo" se creó en 1947 y, desde entonces, cambió en 19 ocasiones. Con la llegada de Donald Trump al poder, se adelantó 30 segundos y nos dejó más cerca del final. 

Este reloj funciona como una metáfora de lo cerca que está la humanidad de destruir el planeta y Trump fue el disparador de un nuevo cambio con sus política destructiva, carente de sentido ecologista y un nacionalismo exacerbado. 

"El aumento de los nacionalismos estridentes en todo el mundo, los comentarios del presidente (de Estados Unidos) Donald Trump sobre las armas nucleares y las cuestiones medioambientales", fueron los puntos que marcaron desde el Boletín de Científicos Atómicos para explicar el movimiento en las agujas del reloj. 

También destacaron "el ensombrecimiento del estado de la seguridad global, acompañado por una tecnología cada vez más sofisticada, y la creciente indiferencia por el conocimiento científico."

Nunca habíamos estado tan cerca de la destrucción de la humanidad como desde 1953, cuando EE UU y la exURSS expusieron sus primeras bombas termonucleares. 

"Las palabras importan. No tanto como los hechos, pero importan mucho", aseguró una portavoz del panel antes de anunciar la nueva situación que hace que la idea de apocalipsis no quede encerrada en una mera cuestión de fe.