Con tan sólo 19 años, Kim West había dado a luz a su recién nacido Ben Ford, quién decidió dar en adopción. Ben se crió en el estado de Michigan. Tuvo una infancia feliz, pero a medida que cumplía años, con el paso del tiempo comenzó a interesarse por sus padres biológicos.

Investigó en el tema, hasta que logró ponerse en contacto con Kim West, su madre.Habían pasado treinta años desde que su madre lo había dado en adopción, cuando se produjo el reencuentro.

Probablemente ambos esperaban el momento con emoción e ilusión, algo lógico tras treinta años separados. Pero el encuentro rompió las expectativas que ambos podían esperar.

Según las declaraciones que recoge el Daily Mail en el diario 'The new day', en el momento del reencuentro, ambos sintieron una gran atracción sexual. Tras varias citas y encuentros amorosos, Ford dejó a su mujer sincerándose "Cada vez que tengo sexo contigo desde que conozco a mi madre, me imagino que es ella la que me está besando, sino no puedo hacerlo". El romance es tan extremo, que Ford dejó a su esposa para casarse y tener hijos con su madre.

En sus declaraciones al diario  Kim West, dice que no es incesto, actividad penada en la mayoría de los países del mundo, sino que lo definen como "Atracción Sexual Genética". Este fenómeno poco estudiado y sin respaldo científico, de la que habla West es un fenómeno que se produciría entre hermanos, medio hermanos, primos y los hijos adoptados y sus padres biológicos cuando estos se reencuentran después de mucho tiempo.

Dentro de ese síndrome, se describen "sentimientos de intensa intimidad que se producen entre dos parientes que estuvieron separados durante los años críticos del desarrollo y la unión, al reunirse por primera vez como adultos". 

Las relaciones incestas son ilegales en el estado de Michigan, (y en Argentina) pero eso no es un problema para esta pareja de enamorados, que están dispuestos a mudarse a otro estado, para cumplir el deseo de estar juntos y formar una familia. Un delirio.